Nos atrevemos a compartir algunas ideas fruto del trabajo con PYMES tecnológicas durante estos años atrás. En este artículo os hablaremos de algunas pautas a seguir para gestionar la innovación tecnológica desde nuestra experiencia.

Gestionar la innovación tecnológica en PYMES

Algunas consideraciones son generales, por lo tanto, son aplicables para cualquier compañía tecnológica y con recursos a priori limitados. Algunos tips para aprender a gestionar la innovación en pequeñas empresas tecnológicas son:

1. Es necesario tener una sistemática organizada para conocer las necesidades de los mercados que se atienden. Los clientes son la puerta a esos mercados. Debemos empezar conociendo de manera organizada qué necesidades tienen.

Algunas de ellas podrán resolverse con nuestra tecnología, y por extensión podrán llevarse de manera generalizada al mercado. El departamento de Marketing tiene un rol esencial.

2. Es conveniente tener también una sistemática organizada para vigilar a la competencia. Lo que haga debe tener un efecto incentivador sobre nuestros proyectos. Simplemente imitar es fuente de innovación. Si se mejora la imitación, además se añade valor.

2. Es imprescindible formar parte de alianzas, grupos técnicos de trabajo, etc. No nos referimos a ser miembros de la cámara de comercio (que no está de más), sino a foros que articulen la cadena de valor (o las cadenas) a la que estamos aportando soluciones tecnológicas. Si esos foros no existen o se identifican huecos, podemos promover nosotros mismos esos foros.

4. Hay que huir de la gestión de subvenciones de I+D (CDTI, Red.es, Agencia IDEA, etc.) si el objetivo es solo “ganar dinero”. Todos sabemos a qué nos referimos. Es necesario contar con proyectos que generen valor, además de cash. 

Nuestras soluciones tecnológicas deben ser mejores tras finalizar los proyectos, contribuir a nuestro crecimiento estratégico. Aceptando incluso que no lleven a ningún lado. En definitiva, se trata de I+D.

5. Debemos estar atentos a las convocatorias de Compra Pública Innovadora (CPI) o, mejor aún, acercarnos a los organismos públicos que tengamos más a mano y proponerles soluciones tecnológicas a retos y problemas para los que no existe una solución comercial convincente a día de hoy. 

Eso es la CPI: la financiación por la Administración de prototipos propuestos por empresas tecnológicas. Saldrán a concurso, pero estaremos entonces muy bien posicionados.

6. La CPI es una manifestación de la tendencia a favor de la “innovación abierta”. Sobre “innovación abierta”, se ha escrito mucho. Pero en definitiva supone que incluso las mayores corporaciones son ya incapaces de gestionar internamente todo su desarrollo tecnológico. 

Necesitan abrir esa innovación extramuros, e identificar proveedores, centros de investigación, ingenierías, etc. que les provean de soluciones una vez explicitados los retos a resolver. ¿Nos vemos capaces de ofrecer soluciones a parte de los problemas tecnológicos de Endesa, Mercadona, BBVA…?, ¿por qué no?

7. Escuchemos a los trabajadores. Algunos tienen buenas ideas en la cabeza. El intraemprendimiento puede ser una fantástica fuente de innovación, además de una herramienta de gestión del talento.

Para terminar estas recomendaciones sobre inteligencia estratégica: los recursos económicos no son una limitación. No lo son hoy en día para una PYME tecnológica que opere en Andalucía, con unas cuentas solventes. 

Tanto la financiación bancaria, como las ingentes subvenciones públicas (por no hablar del venture capital) suponen una oferta de fondos como nunca antes había estado disponible.

Esperamos que estos consejos os hayan inspirado y ayudado a gestionar mejor la innovación tecnológica en PYMES. Si quieres más información, no dudes en contactar con nuestro equipo de cerodefectos.